Después de largos periodos de trabajo es imprescindible la planificación del descanso. Hay dos términos frecuentemente usados en el entrenamiento físico que se pueden extrapolar al periodo estival: descanso activo y pasivo. El primero de ellos hace referencia a mantener el nivel de actividad, pero enfocando nuestra energía en viajes, conciertos, proyectos personales o cualquier hobby que nos ayude a disfrutar de nuestro tiempo libre de una forma dinámica. El descanso pasivo consiste en parar y bajar el ritmo, ya sea leyendo un libro, viendo una película, dando un paseo o cualquier actividad agradable y tranquila que nos ayude a recargar las pilas. Cuál eliges tú?