23 agosto 2024
LAS FUNCIONES EJECUTIVAS
Las funciones ejecutivas son procesos de control que dirigen la acción hacia un objetivo y permiten dar una respuesta adecuada a una situación nueva o cambiante. Estos procesos intervienen cuando el automatismo, instinto o intuición resultan desaconsejables, insuficientes o imposibles (Diamond, 2013).
Nuestro cerebro está configurado de tal forma que automatiza al máximo los patrones aprendidos ante situaciones rutinarias. En estos casos pone a nuestra disposición un repertorio conductual aprendido y automatizado, ahorrándonos consumo de energía y recursos conscientes.
Las funciones ejecutivas intervienen cuando la situación es compleja o novedosa y necesitamos generar respuestas alternativas. Podemos identificar tres componentes centrales:
- Autorregulación o Control inhibitorio: frenar respuestas automáticas y dirigir/controlar la situación.
- Memoria de trabajo: recopilar la información necesaria, ya sea del ambiente o de nuestro almacén de memoria a largo plazo, que necesitaremos poner en práctica para conseguir nuestro objetivo.
- Flexibilidad: generar alternativas, creatividad…
Algunos componentes de orden superior de las funciones ejecutivas son: la metacognición (chequear y monitorizar nuestras respuestas), el razonamiento (generar hipótesis…), la resolución de problemas, planificación, organización y toma de decisiones. Al ser un tema amplísimo, seguiremos desarrollando información en las siguientes publicaciones.