En un contexto global marcado por crecientes tensiones y desafíos, la Asamblea General de las Naciones Unidas ha declarado oficialmente el año 2025 como el Año Internacional de la Paz y la Confianza.
Esta iniciativa tiene como objetivo principal fomentar el diálogo, la cooperación internacional y la diplomacia, herramientas fundamentales para abordar retos tan complejos como los conflictos armados, la crisis climática y las divisiones sociales.
En un mundo cada vez más polarizado, esta resolución nos invita a valorar la empatía, el entendimiento mutuo y el trabajo conjunto. Se presenta como una oportunidad para que gobiernos, empresas, organizaciones y ciudadanos reflexionemos sobre cómo podemos aportar, desde nuestras acciones individuales y colectivas, a la construcción de un futuro más justo, sostenible y pacífico.